[Microrrelato (371p.) de la Parte III de El viaje]
-De cómo se construyó un cambio desde la base-
Los aspectos en los que más presidentes han influido a lo largo de la historia de manera directa son la educación y la justicia. Tal vez porque la elección popular hace ver y sentir al mandatario como referente moral.
Con cada dos o tres generaciones hay una gran reforma educativa para adaptar el sistema a los nuevos tiempos. La última reforma la hizo un presidente que se postuló al cargo con tal cometido. Era su principal promesa de campaña. Se postuló a la presidencia de la nación siendo presidente de uno de los colegios de educadores más grandes, con lo que al llegar a la presidencia también asumió la cartera de educación…
No es algo muy común que una misma persona asuma dos presidencias en ningún ámbito, se intuye que podría descuidar muchas de sus responsabilidades, pero en este caso se argumentó que era parte de un plan estratégico.
Desde joven supo ocupar varios cargos: En su niñez y adolescencia fue presidente de curso por varios trimestres y, a la vez, fue presidente de la promoción, ratificado año tras año.
Cada salón de clase elige un presidente y un contralor por trimestre. El primero se encarga de coordinar y negociar las fechas de las evaluaciones (para que no coincidan con otras cátedras), el segundo certifica la información presentada por el primero y lo suple de ser necesario. Cada promoción también tiene un presidente para coordinar las actividades conjuntas de todos los salones, incluyendo reuniones con otras unidades educativas. Desde allí ayudó a organizar protestas y firmó proclamas que tuvieron gran soporte entre los suyos pero también participó en la redacción de acuerdos que permitieron satisfacer, en parte, a todos.
Desde joven se entrenó para entender las diferentes posturas en el sector, para recabar la esencia de las quejas generales y sus incongruencias.
Tal vez esa experiencia con las estructuras bases le permitió entender mejor los reclamos y necesidades en su ascenso al poder, tomar ideas de la vida cotidiana del pueblo, además de consolidar nuevos paradigmas. Necesitaba que la reforma fuera apoyada por los electores de los futuros presidentes, que no fuera derogada.
Cualquier presidente puede hacer una reforma pero muy pocos logran que se mantenga en el tiempo.