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A15-Empáticos m01 Principios básicos Viaje

Las religiones siameses

[Escrito mínimo (373p.) de la Parte V de El viaje]
-Del entendimiento de dos pueblos en una Nación, un Estado-

Una ciudad santa, al menos de nombre.
Dos pueblos en extremo religiosos, pero no pacifistas.

Llegué en el día de mayor recogimiento espiritual del año para uno de esos pueblos.
Era notable la calma en las calles, con comercios y oficinas cerradas, con movimiento únicamente en templos y lugares de culto.

Al otro de esos dos pueblos pertenecía el joven que me acompañaba.
Ese joven profesaba la otra religión, la religión hermana, como él la llamó. Por eso podía trabajar y desplazarse con libertad ese día.
Las fechas religiosas son respetadas con escrúpulo por toda la sociedad, incluso por los entes públicos pues el estado es confesional (cada institución siguiendo las costumbres de los fieles a los que sirve).
El único ente que siempre permanece «de guardia» es el consejo binacional, encargado de velar por la concordia con la autoridad para vetar decisiones que transgredan la paz social.

Las calles que transitamos estaban libres pero igual íbamos lento, como señal de respeto: Hay que tener empatía, en esta zona están en pleno servicio religioso, me dijo mi guía, A mí no me gustaría que perturbaran mis ritos sólo porque alguien  quiere acortar camino o evitar tráfico. Son comunes los casos de fieles que defienden sus creencias ante lo que consideran ofensas intencionales.
Me contó algunos de esos casos para luego hablarme un poco de la historia de la nación en general, mezclada con leyendas y mitos que exaltaban sus propias creencias.
Me fue difícil distinguir los hechos verídicos con precisión, tal era la seguridad que transmitía en todo lo que decía. Lo que sí me quedó claro es que la ciudad, y la mayor parte del territorio nacional, es sagrado para los creyentes de esas dos religiones hermanas.
Les une tal sentimiento de arraigo, se sienten identificados con quienes lo poseen.

Lo darían todo por su territorio, por los monumentos que sobre él descansan.
Darían hasta sus propias vidas.
Todos tienen la certeza de que sus correligionarios también lo harían, al igual que sus yuxreligionarios, pues aquellos connacionales que practican la religión hermana lo hacen a la par, con la misma convicción, en los mismos términos, en el mismo territorio.
Territorio que saben los une indefectiblemente, sin posibilidad de separación.

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A14-Indiferentes m07 Sentido cívico Viaje

Única obligación política

[Escrito mínimo (481p.) de la Parte V de El viaje]
-Del papel fundamental de unas asambleas populares recurrentes-

Ya había vivido un tiempo en aquella nación de indiferentes. Me acostumbré a asistir a al menos una asamblea consultiva diferente cada semana.
Cada localidad tiene sus propias tradiciones y peculiaridades en torno a ellas.

Eso sí, en todos lados la asistencia es masiva a pesar de que es notable el desagrado general a tal actividad.
Desde la antigüedad, cuando apenas existían pequeños asentamientos, saben que deben sacrificar una mañana por mes en asuntos públicos. Desde entonces las decisiones son tomadas por medio de políticos profesionales (denominados consultores).

En esa época los consultores debatían a viva voz en plazas públicas o iban casa por casa explicando los asuntos públicos más importantes del momento (así como los más intrascendentes), exponiendo posibles soluciones y oyendo reclamos y opiniones, cuando las había.
Era obligatorio recibir a los consultores al menos una vez al mes y dar respaldo a alguno en el centro de votación correspondiente. En ocasiones, para ahorrarles repetir explicaciones (y evitar silencios incómodos), se reunían dos o tres familias a recibirlos. Después, con el crecimiento de la población, se volvió común hacer grandes reuniones donde (oír) hablar de política, reuniones que eventualmente se transformaron en asambleas consultivas obligatorias realizadas al menos una vez por mes.
Desde entonces ya era costumbre que asistiesen las familias completas, con lo que le queda claro a los más pequeños que es una obligación fundamental.

Estuve en muchas asambleas consultivas, el protocolo podía variar mucho pero el comportamiento general siempre fue el mismo:
Los consultores debatían toda clase de temas e invitaban a la gente a expresar sus opiniones, pero nunca había respuesta, ni ante los asuntos locales que afectaban el día a día, ni ante aquellos de estado (de los que cambian el curso de la historia). Lo más que expresaban era sorpresa cuando un consultor planteaba, tal vez por provocar, alguna propuesta absurda.
En varias ocasiones pregunté a los participantes por qué no delegar la toma de esas decisiones, por qué no darle más atribuciones a los funcionarios, a la burocracia. La respuesta invariable fue que ello les traería más trabajo como ciudadanos, que tendrían que crear mecanismos de control, que habrían más votaciones consultivas y más asambleas de emergencia pues nadie faltaría a la obligación de velar por los bienes públicos, obligación contraída por sus antepasados cuando lo público se reducía a lo compartido por las familias de cada pequeño asentamiento.
Pregunté lo mismo a varios consultores con quienes hice amistad y a ninguno parecía interesarle cargarse de trabajo burocrático sólo por tener algo más de poder político: En la historia se han visto pocos políticos ambiciosos, y ya se tomaron medidas para evitarlos.

Con mi continua asistencia a asambleas a lo largo y ancho de la nación llegue a ser una persona reconocida, aunque no popular.
La gente sabía quién era y qué hacía pero a nadie le interesaba.

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A14-Indiferentes m02 Cambios de gobierno Viaje

Unos políticos de carrera

[Escrito mínimo (487p.) de la Parte V de El viaje]
-De quienes tienen el poder de decisión en una sociedad de indiferentes-

Después de recorrer el centro de la ciudad nos dirigimos a la sede del Estado.
Él me iba comentando que la carrera política ideal en esa nación era permanecer en la base: Desde allí se puede influir mucho más en las decisiones.

De repente entramos en un edificio de oficinas, atravesamos el vestíbulo y llegamos a un amplio auditorio. Aquí se reúne el congreso nacional, dijo sin ceremonia alguna.
Además pasamos por algunas de las salas de conferencias usadas por la presidencia, el consejo de ministros y sus comisiones subalternas.
En el edificio no había símbolos de ostentación ni de poder. No había nada solemne que indicara autoridad, ni siquiera había gente de más.

De hecho un lugar mucho más concurrido lo encontramos, a golpe de vista, al salir del edificio.
Era en un teatro, nos acercamos y mi anfitrión de inmediato comprendió que se realizaría una asamblea consultiva de emergencia por los hechos recientes (estaba en marcha una rebelión militar).
En esa nación, en cada comunidad, una vez por mes, se realizan asambleas consultivas donde políticos de carrera (los consultores) debaten asuntos de actualidad y los ciudadanos les ceden sus votos para que tomen toda clase de decisiones en su nombre, desde elegir funcionarios públicos y aprobar tratados internacionales hasta autorizar el uso de espacios comunes para eventos culturales locales.
En esa asamblea extraordinaria a la que asistimos se debatía la necesidad de cambiar a uno de los siete miembros de la presidencia, quien había excedido sus competencias provocando malestar entre los militares. Todos estaban de acuerdo en removerlo, sólo había que decidir con cuál procedimiento nombrar a su sustituto, y cuándo.

Cada año los consultores eligen un primer ministro, encargado del gobierno, quien además ocupa un asiento en la presidencia.
Para que pueda alcanzar los objetivos para los que fue electo, tiene cinco votos durante su primer año en dicho órgano directivo (el presidente tiene tres votos y los otros cinco miembros sólo tienen uno).
Pero, ya que en este caso sólo se deseaba sustituir un miembro vocal, la mayoría de los políticos se inclinaban por dejar la silla vacante hasta que terminara el año gubernamental, y se eligiera otro primer ministro, pues la duración en cada curul presidencial depende en gran medida del desempeño que se tenga como PM.

Toda decisión tomada por un organismo público es revisada y votada por los consultores, evaluando así a quienes la tomaron, recompensando o castigando a los políticos en cada nivel de su carrera, desde alcaldes y concejales hasta congresistas y ministros.
De ello se forma una clasificación de legitimidad según la cual se determina quién debe dejar su cargo cada año y quien podría ascender.

En el tipo de asamblea a la que asistimos sólo suelen hablar los políticos, a pesar de que estos constantemente invitan al público a expresarse.
Por eso causó revuelo que mi acompañante, consultor de otro distrito, aprovechara un silencio prolongado para intervenir.

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A08-Parleros m13 Ajuste de representis Viaje

Con una visión estratégica

[Escrito mínimo (457p.) de la Parte V de El viaje]
-De cómo una familia promovió el nacimiento de una instancia directiva-

El directorio es el ente político más importante de esta nación de parleros.

Mi anfitrión, aún aprendiz de político, me invitó a que le acompañara a la sede de dicho organismo.
Me explicó que allí se toman las decisiones estratégicas de la nación, que allí se decide cuáles leyes y decretos (de las instancias con competencia) son aplicables en el territorio y me confesó que mantener una influencia constante y cuantiosa allí es el centro de las maquinaciones de su familia, una de las más poderosas de la nación.

En teoría el poder del directorio es pasivo, pues sólo puede vetar decisiones de otros entes, pero en la práctica es fácil forzar decisiones por medio del mismo, según me explicó.
Por demás es difícil, sino imposible, alcanzar la hegemonía en el directorio: Está compuesto por 23 miembros elegidos por consenso en el tiempo de entre los parlamentarios con un periodo o más en ejercicio.
Cada año hay votaciones cruzadas, los electores de cada cabildo votan por algún parlamentario que represente un cabildo de otra circunscripción y que no hubiese estado entre los más apoyados en los últimos tres años.
Alcanzándose así la mayor representatividad posible.

Mi anfitrión, por su cargo de elector, no tenía nada que buscar en la sede del directorio, sólo tenía acceso por ser parte de una familia tan renombrada como la suya.
Mientras caminábamos por el palacio directivo me contaba con orgullo casi infantil la leyenda negra de sus antepasados. Cómo fue su ascenso, cómo se aprovecharon de la tensión política en la época de «las reclamaciones» para hacer que se acumulara cada vez más poder en la directiva del parlamento nacional, el cual dominaron por varias décadas.
Algo, según él, necesario y ventajoso al permitir negociaciones más fluidas llevadas por un liderazgo más asertivo.

La denominación «Directorio» surgió en aquella época, cuando le dieron identidad propia a la directiva del parlamento en un intento por implementar una dictadura parlamentaria que sólo fracasó por culpa del azar, según la historia familiar.
El organismo inicial estaba constituido sólo por siete miembros (todos cercanos a su familia) y cuyos asientos se renovarían por mayoría simple en el seno del propio parlamento.
Algunos cabildos apoyaron la medida en general pero muchos más sólo apoyaron a directivos específicos esperando que, con el tiempo, surgiera un consenso en torno a los mismos.

La formalización de otra pequeña nación, en el seno de la federación de parleros, tranquilizó a los más alarmistas y dejó sin excusas a los populistas.
Con el pasar de los años ganaron poder los sectores moderados, quienes mejoraron los métodos de elección y aumentaron el número de directores, diluyéndose el poder de la familia de mi anfitrión, quien terminó su parloteo lleno de amargura.

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A08-Parleros m11 Periodos de gobierno Viaje

En la mayor franja fronteriza

[Escrito mínimo (467p.) de la Parte V de El viaje]
-De una dinastía política nacida en un territorio en disputa-

Al llegar me vi en medio de una polémica relacionada a una de las familias más poderosas de esa nación de parleros.
Una familia que estaba en el centro de la vida política local y cuya influencia llegaba a las dos naciones vecinas, con múltiples funcionarios públicos.

Mi anfitrión, un cincuentón bonachón que entró tarde en los asuntos familiares por dedicarse al arte, me explicó que tal influencia es aceptable, e incluso admirable, debido a la tradición que se refleja en tratados firmados y en la legislación vigente.
Resulta que los nacidos allí tienen la ciudadanía en las dos naciones fronterizas que le rodean, tienen plenos derechos políticos ya que el territorio es considerado, por cada cual, como una provincia más.
Es como una amplia franja fronteriza con leyes propias y gobierno autónomo.

Me contó que el cargo que ostenta, de elector, surgió por el derecho ciudadano de participar en la elección de diversos funcionarios públicos, que en este caso son muchos, a saber:
La elección de representantes a los parlamentos nacionales de las dos naciones vecinas, y a su propio parlamento, al menos una vez cada cinco años. La elección de autoridades ejecutivas locales y nacionales de su vecino más grande, con votaciones anuales para alcanzar un consenso en el tiempo. Y además, como si fuera poco, eligen un ente directivo superior capaz de armonizar la vida pública (del cual hablaré en otro momento).
Todo ello susceptible a adelantos repentinos, a redistribución de votos o a revocatorias, con lo que son demasiadas elecciones para el gusto de los parleros.

Aquí no somos tan afines a votar por políticos, me dijo más de una vez mi simpático anfitrión: Aquí preferimos parlamentar en cabildo y decidir.
Por eso se limitan a votar sólo por un elector que traslade sus palabras, pensamientos e intuiciones en la elección de los demás cargos populares. Palabras, pensares y sentires que se recogen en asambleas semanales que tratan desde los asuntos cotidianos hasta aquellos de Estado y que acaban con una votación, la única votación electoralista que hacen.

Los electores siempre están en la cuerda floja. Las repercusiones de cualquier desliz son inmediatas, en dos o tres semanas pueden perder su estatus y prerrogativas.
De ahí la angustia casi palpable de mi anfitrión en nuestro encuentro, le costaba mantener el balance entre satisfacer a sus votantes y colaborar con su familia, parecía requerir alguien que le animara a tomar «la decisión correcta».

Tuvimos una conversación bastante informal. casi baladí. Al menos eso creí yo hasta que me enteré de unas reveladoras declaraciones que dio a los medios sobre sus dilemas, pasando desde un análisis político a sus asuntos familiares, algo totalmente innecesario e inesperado, algo incongruente con su personalidad.

Era de esperarse que su familia me culpara a mí de tal cambio de conducta.

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A13-Votantes m10 Partidos políticos Viaje

Con el apoyo del partido

[Escrito mínimo (427p.) de la Parte IV de El viaje]
-De cómo aprovechar cambios políticos en una sociedad de votantes.-

La líder con más reconocimiento de uno de los principales partidos acababa de sufrir una derrota que la apartaría del poder.

En su mejor época llegó a ser parte del directorio volviéndose referencia para gobernadores y alcaldes. Según a quién se le pregunte fue el político más importante de la nación por al menos una década, en la que llegó a tener bajo su influencia hasta a la presidencia (con sucesivos títeres).

Se aprovechó del cambio de paradigma que sufrió la nación al inicio de su carrera, supo ver el deseo de la población por un sistema más presidencialista.
En esa época los cargos ejecutivos no eran fuente de poder, no tenían competencias importantes, no influían en la toma de decisiones; por lo que casi ningún político los ambicionaba.
Por eso le fue fácil alcanzar la gobernación de su provincia y luego la presidencia, a pesar de su falta de carisma.

Desde nuestro primer encuentro me pareció una persona hosca, lejana, cuya mirada siempre parecía querer intimidar y que incluso tenía dificultades para sonreír ante su círculo más íntimo.
Siempre había sido así. Al estudiar sus primeras campañas pude entrever que no había ninguna referencia a ella como persona y que se promocionaban sus ideas por medio del partido, a pesar de que los votantes son poco partidistas.
En aquella época los partidos más reformistas estaban en su apogeo, la gente quería un cambio pero no lo conseguía. Dichas organizaciones nunca dejaron de enfocarse en su principal propuesta histórica: Que se hicieran menos consultas populares pues las mismas “son cada vez más banales, se le da igual relevancia a asuntos de estados que a la farándula”.
Pero tales cambios no estaban entre las prioridades de una ciudadanía que sólo querían un gobierno más efectivo y práctico.

La mayoría de los políticos más carismáticos eran independientes o reformistas, para evitar competir con ellos decidió unirse a un partido tradicionalista.
Desde allí promovió fortalecer el papel de los cargos unipersonales, que tuvieran la facultad de hacer propuestas de consultas popular. Era una contradicción en sí misma: La sola existen de un ejecutivo fuerte restaba importancia al voto directo, pero era la única forma de plantear sus ideas a los más conservadores.
Luego sólo fue necesario  un poco de populismo y demagogia para alcanzar los susodichos cargos ejecutivos.

Llegar al directorio fue más difícil. Se tuvo que valer de métodos poco convencionales, y nada legales.
La salida a la luz de documentos que probaban tales prácticas supuso su perdición. Siempre negó toda acusación y a la vez enfatizó los buenos resultados obtenidos durante su gestión dejando entrever que había valido la pena, que el fin justificaba los medios.

Tal vez por toda la violencia y fraudes que he visto desde joven, y mi incapacidad para darle importancia, o tal vez por no haberme inmiscuido, fue que nunca cambió mi actitud para con ella.

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A13-Votantes m08 Sistema federal Viaje

Dirigiendo la integración

[Escrito mínimo (471p.) de la Parte IV de El viaje]
-De cómo los votantes eligieron a los primeros directorios-

La nación se formó gracias a un directorio.
En la antigüedad, al aumentar el comercio entre los asentamientos, creció el deseo popular por una alianza desde las bases, haciéndose necesario que líderes de las comunidades se reunieran y lograran acuerdos de amplio apoyo, que lograran grandes consensos.

Algunos políticos empezaron a promover más que una alianza, una federación. Empezaron a tener encuentros esporádicos para fijar posturas comunes.
Al poco tiempo, como era de esperarse, hubo votaciones para elegir negociadores en muchos asentamientos. En cada cual se hizo de forma distinta, tanto en tipo de campaña y requisitos para ser candidato, como en el número de líderes a elegir y el tiempo que ejercerían sus funciones.
Eventualmente todas las comunidades eligieron delegación y la mayoría se llegaron a reunir en asamblea pero no lograron acuerdos, mucho menos consensos.

Al ver los pocos frutos que daba aquel proceso, algunos gobernantes convocaron unas nuevas consultas, pero no para elegir otros negociadores sino para indicar con quiénes se debía tratar.
Así surgieron las «votaciones cruzadas» donde los ciudadanos podían dar su voto a un solo líder de cada una de las otras delegaciones, dejar en blanco el espacio de una comunidad significaba que no se debía negociar con ella. Al menos así funcionó en la mayoría de los casos: Cada gobernante lo hizo a su manera, con total autonomía, pues en esa época no había un ente superior que los dirigiera a todos.

Sólo once delegados obtuvieron un resultado sobresaliente en todos los asentamientos.
Entre ellos acordaron promover la instalación de un congreso con todos los representantes ya electos, del que serían directores, para que votara los estatutos de un nuevo ente, para que definiera sus potestades y atribuciones, además de buscar nuevos acuerdos.
Al directorio de esa asamblea, electo en las susodichas votaciones cruzadas, se le concedió el poder de convocar y organizar consultas populares en todas las comunidades, en toda la federación. También se acordó que cada cinco años habría elecciones parciales del nuevo ente y que se crearía una asamblea de propuestas legislativas, que serviría como cámara baja capaz sólo de redactar leyes nacionales para que fueran aprobadas por el directorio.

Así, cinco años después, se reemplazaron a los siete directores que obtuvieron menor respaldo base (menor votación en una entidad cualquiera). En las sucesivas votaciones se remplazaría a tres más cada vez, por orden de antigüedad en primer término y de respaldo en segundo.
En cada ocasión se elegían de entre los diputados de la asamblea nacional y también se votaba para redistribuir el respaldo de los directores que permanecían en sus cargos.

Las primeras rondas de votaciones directivas se realizaron de forma desordenada.
Los gobernantes de cada asentamiento mantenían el control territorial y sólo realizaban las votaciones ante la presión popular o por conveniencia geopolítica, no por mandato del directorio.

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A05-Monarcas m15 Votaciones complejas Viaje

La distribución de votos

[Microrrelato (493p.) de la Parte IV de El viaje]
-De los tecnicismos en las constantes votaciones de unos monarcas.-

Vale empezar aclarando que allí no hay elecciones.
Sólo hay votaciones que distribuyen el poder entre quienes son miembros del parlamento por derecho nobiliario, vitalicio y heredable.

Los circuitos de votación son autónomos y cada uno tiene aproximadamente el mismo tamaño en votantes tanto activos como registrados.
El comité electoral local puede convocar a los interesados cuando lo establece la ley sin necesidad de esperar la actuación de ningún otro órgano. Ya sea: al cumplirse siete años de la última votación; o cuando más del 20% de los participantes locales hayan retirado su apoyo a los representantes; o cuando más del 90% de los demás circuitos hayan votado (si por dos semanas ningún otro ha hecho la convocatoria propia). Con lo que la variación política natural se va dando con lentitud, de manera predecible y discreta.

Cada uno de los votantes está representado en la asamblea.
Cada parlamentario tiene un poder de voto legislativo igual al número de apoyos que recibió en la votación, con lo que el poder de voto total es igual al número de votantes activos menos los votos nulos o en blanco.
Para que un acuerdo o ley sea aprobado debe contar con más de la mitad del poder de voto de la asamblea, con lo que cada decisión es un plebiscito de segundo grado. Todos los parlamentarios tienen derecho a usar los votos que representan pero sólo tienen derecho de palabra en el pleno los tres que más votos obtuvieron en cada circuito.
Los representantes revalidan sus actuaciones cada siete años, pudiendo aumentar o disminuir su poder de voto legislativo. Sus campañas se suelen basar en la postura que comprometen sobre las atribuciones del rey, en torno a ello giran todas las políticas públicas que proponen.

En la antigüedad los súbditos votaban cada once años por cuáles debían ser las atribuciones del monarca gobernante, podían apoyar desde una sola hasta las siete al unísono, dando resultados bastante ilustrativos sobre la voluntad de la población al llegar a haber opciones cuatro o cinco veces más votadas que otras.
Para evitar cambios bruscos en el equilibrio de poder decidieron que dicha votación se haría junto a la de los representantes y con el tiempo se simplificó el voto como unidad (sólo se tiene que escoger a uno de los representantes y estos votan dichas atribuciones) pero las candidaturas presentadas se hicieron más variadas y complejas al darle a cada cual la oportunidad de diferenciar sus posturas con 17 apoyos a repartir entre los siete atributos.

Las atribuciones Reales sólo se pueden ajustar cuando una variación dada se ha ratificado por más de tres años consecutivos. En ocasiones pasan décadas sin que haya modificaciones, a pesar de los cambios de monarca.
La ley que detalla dichos cambios sólo puede ser modificada por una gran mayoría de los votos representados (de cuatro quintos) y su aplicación no puede darse antes de un decenio.

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A13-Votantes m04 Sistema judicial Viaje

Elección judicial ajustable

[Escrito mínimo (427p.) de la Parte IV de El viaje]
-De cómo los votantes influyen en su sistema judicial-

Una de las principales promesas de campaña del presidente estaba en tela de juicio. El tribunal supremo tendría la última palabra.
Dado el predominio de la presidencia en el sistema político de aquella nación llegué a pensar que el procedimiento sería un mero trámite, pero no fue así: el tribunal tenía plena autonomía y la sentencia debía estar bien fundamentada. Al parecer la influencia de la presidencia sólo se manifiesta al mediano y largo plazo.

Las competencias de los poderes públicos políticos relacionadas con el sistema judicial son de las que más cambían de manos, al menos en algunos detalles de sus procedimientos.
Por ejemplo, ya desde hace muchos años la designación de los magistrados del tribunal supremo ha estado, en mayor o menor medida, controlada por la presidencia de la nación (así como la de los magistrados provinciales por las gobernaciones) pero con cada nueva votación gubernamental se ajusta la discrecionalidad de la misma, el número de nominados de entre quienes puede elegir o la duración de los jueces electos en sus cargos.

Cada seis años, seis meses después de cada elección nacional, se elige a tres nuevos magistrados nóveles o suplentes, quienes tienen voz pero no voto en las sentencias finales.
Son electos al unísono de entre los magistrados provinciales para un periodo en el cargo que depende de la amplitud del consenso alcanzado, nunca menos de once años ni más de 17 en total, y que inicia apenas asumen el cargo como nóveles. Justo después de dicha elección los mismos magistrados supremos asignan el orden en que ocuparían una silla principal.
El número de supremos siempre ha de ser, al menos, el doble del de los nóveles más uno.

La designación de los magistrados la hace la instancia que hubiese recibido más apoyo de manera más recurrente por las dos últimas generaciones (o siete décadas).
En la época de nuestra visita se acercaba las elecciones de la mitad de las provincias, se esperaba que se reafirmara la preferencia de los votantes por el poder centralizado y unipersonal; se esperaba que los votantes apoyaran a pocos líderes en sus provincias, que sólo hicieran lo necesario para elegir a los gobernadores, restándole importancia al parlamento federal y allanando el camino para los comicios nacionales, dos años después.

Si se cumplían tales expectativas, llegado el momento, el parlamento federal tendría que nominar más candidatos que en ocasiones pasadas, dándole mayor libertad a la presidencia para elegir según su propia visión de futuro, mientras que el comité directivo nacional jugaría un papel casi simbólico haciendo la preselección general.

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A03-Tiranos m14 Migración y poblamiento Viaje

Las mudanzas suavizadas

[Escrito mínimo (387p.) de la Parte IV de El viaje]
-De la búsqueda del lugar menos convulso para migrar-

Para ser una nación de tiranos había mucha calma cuando llegamos. A pesar de la gran cantidad de gente en la frontera se respiraba cierto clima de relajación.
Este es el destino más común para exiliados y refugiados en ésta armonía, es el que ofrece mayor estabilidad política. Es muy poco probable que te expulsen o destierren como en las otras naciones de tiranos.

En las demás naciones, además de las migraciones masivas causadas por crisis económicas (derivadas de la emisión indisciplinada de dinero), son comunes los casos de exilio por motivos políticos. No es raro que un tirano-presidente, en un arrebato de demagogia, por ejemplo, expulse a técnicos o científicos que demuestren en público la imposibilidad de cumplir una promesa de campaña.
De hecho es usual que cualquier personaje político incómodo, local o foráneo, sea expulsado sin motivo racional aparente.

La gran mayoría de las crisis políticas que producen tales expulsiones son causadas por la cercanía del fin del mandato presidencial o por el cambio abrupto de alguna ley (en especial para reponer las arcas públicas).
Pero en esta nación no es así. Aquí no hay votaciones puntuales, en su lugar son «continuadas»: Una pequeña proporción de votantes son convocados cada semana para apoyar a los líderes (locales, municipales, provincias y nacionales) que mejor narrativa tenga, que sean más convincentes; y a medida que cambia el sentir de la sociedad va cambiando la relación de fuerzas en las instituciones, al menos en teoría.

Por ejemplo, la gente vota por los líderes nacionales, por cuántos quiera, y de entre los más apoyados se conforma la presidencia.
El presidente, al inicio de su mandato, debe elegir a su vicepresidente entre los tres más apoyos, éste tendrá amplios poderes contralores y, además, será el sucesor en la jefatura (con un periodo proporcional al apoyo popular que tenga al asumir el cargo).
Con el tiempo las competencias del mandatario de turno van pasando al sucesor-vicepresidente, quién va adquiriendo cada vez mayor capacidad de censura hasta que a los diez años, o antes, asume la presidencia y elige a su propio sucesor…

Así, en todos los ámbitos el traspaso de poder es lento y «continuado», evitándose crisis políticas y haciéndose innecesario el destierro de rivales políticos (y más aún de extranjeros) por razones circunstanciales.
Siendo el mejor lugar disponible para migrar.