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A15-Empáticos m01 Principios básicos Viaje

Las religiones siameses

[Escrito mínimo (373p.) de la Parte V de El viaje]
-Del entendimiento de dos pueblos en una Nación, un Estado-

Una ciudad santa, al menos de nombre.
Dos pueblos en extremo religiosos, pero no pacifistas.

Llegué en el día de mayor recogimiento espiritual del año para uno de esos pueblos.
Era notable la calma en las calles, con comercios y oficinas cerradas, con movimiento únicamente en templos y lugares de culto.

Al otro de esos dos pueblos pertenecía el joven que me acompañaba.
Ese joven profesaba la otra religión, la religión hermana, como él la llamó. Por eso podía trabajar y desplazarse con libertad ese día.
Las fechas religiosas son respetadas con escrúpulo por toda la sociedad, incluso por los entes públicos pues el estado es confesional (cada institución siguiendo las costumbres de los fieles a los que sirve).
El único ente que siempre permanece «de guardia» es el consejo binacional, encargado de velar por la concordia con la autoridad para vetar decisiones que transgredan la paz social.

Las calles que transitamos estaban libres pero igual íbamos lento, como señal de respeto: Hay que tener empatía, en esta zona están en pleno servicio religioso, me dijo mi guía, A mí no me gustaría que perturbaran mis ritos sólo porque alguien  quiere acortar camino o evitar tráfico. Son comunes los casos de fieles que defienden sus creencias ante lo que consideran ofensas intencionales.
Me contó algunos de esos casos para luego hablarme un poco de la historia de la nación en general, mezclada con leyendas y mitos que exaltaban sus propias creencias.
Me fue difícil distinguir los hechos verídicos con precisión, tal era la seguridad que transmitía en todo lo que decía. Lo que sí me quedó claro es que la ciudad, y la mayor parte del territorio nacional, es sagrado para los creyentes de esas dos religiones hermanas.
Les une tal sentimiento de arraigo, se sienten identificados con quienes lo poseen.

Lo darían todo por su territorio, por los monumentos que sobre él descansan.
Darían hasta sus propias vidas.
Todos tienen la certeza de que sus correligionarios también lo harían, al igual que sus yuxreligionarios, pues aquellos connacionales que practican la religión hermana lo hacen a la par, con la misma convicción, en los mismos términos, en el mismo territorio.
Territorio que saben los une indefectiblemente, sin posibilidad de separación.

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A14-Indiferentes m07 Sentido cívico Viaje

Única obligación política

[Escrito mínimo (481p.) de la Parte V de El viaje]
-Del papel fundamental de unas asambleas populares recurrentes-

Ya había vivido un tiempo en aquella nación de indiferentes. Me acostumbré a asistir a al menos una asamblea consultiva diferente cada semana.
Cada localidad tiene sus propias tradiciones y peculiaridades en torno a ellas.

Eso sí, en todos lados la asistencia es masiva a pesar de que es notable el desagrado general a tal actividad.
Desde la antigüedad, cuando apenas existían pequeños asentamientos, saben que deben sacrificar una mañana por mes en asuntos públicos. Desde entonces las decisiones son tomadas por medio de políticos profesionales (denominados consultores).

En esa época los consultores debatían a viva voz en plazas públicas o iban casa por casa explicando los asuntos públicos más importantes del momento (así como los más intrascendentes), exponiendo posibles soluciones y oyendo reclamos y opiniones, cuando las había.
Era obligatorio recibir a los consultores al menos una vez al mes y dar respaldo a alguno en el centro de votación correspondiente. En ocasiones, para ahorrarles repetir explicaciones (y evitar silencios incómodos), se reunían dos o tres familias a recibirlos. Después, con el crecimiento de la población, se volvió común hacer grandes reuniones donde (oír) hablar de política, reuniones que eventualmente se transformaron en asambleas consultivas obligatorias realizadas al menos una vez por mes.
Desde entonces ya era costumbre que asistiesen las familias completas, con lo que le queda claro a los más pequeños que es una obligación fundamental.

Estuve en muchas asambleas consultivas, el protocolo podía variar mucho pero el comportamiento general siempre fue el mismo:
Los consultores debatían toda clase de temas e invitaban a la gente a expresar sus opiniones, pero nunca había respuesta, ni ante los asuntos locales que afectaban el día a día, ni ante aquellos de estado (de los que cambian el curso de la historia). Lo más que expresaban era sorpresa cuando un consultor planteaba, tal vez por provocar, alguna propuesta absurda.
En varias ocasiones pregunté a los participantes por qué no delegar la toma de esas decisiones, por qué no darle más atribuciones a los funcionarios, a la burocracia. La respuesta invariable fue que ello les traería más trabajo como ciudadanos, que tendrían que crear mecanismos de control, que habrían más votaciones consultivas y más asambleas de emergencia pues nadie faltaría a la obligación de velar por los bienes públicos, obligación contraída por sus antepasados cuando lo público se reducía a lo compartido por las familias de cada pequeño asentamiento.
Pregunté lo mismo a varios consultores con quienes hice amistad y a ninguno parecía interesarle cargarse de trabajo burocrático sólo por tener algo más de poder político: En la historia se han visto pocos políticos ambiciosos, y ya se tomaron medidas para evitarlos.

Con mi continua asistencia a asambleas a lo largo y ancho de la nación llegue a ser una persona reconocida, aunque no popular.
La gente sabía quién era y qué hacía pero a nadie le interesaba.

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A14-Indiferentes m05 Cohesión social Viaje

Lejanía filosófica

[Escrito mínimo (269p.) de la Parte V de El viaje]
-De cómo los indiferentes mantienen su cohesión social-

En una zona alejada
Una montaña alta y escarpada
Unos predios austeros, vetustos
Una congregación

Vidas libres de toda obligación mayor
Libres de toda obligación más que vivir,
más que procurar alimento, vestido y alojamiento
Sin hijos ni familia ni apego
Sin deseos ni añoranzas

Vidas dedicadas a contemplar, a percibir, a entender,
a buscar el verdadero motor de la existencia
Vidas de alejamiento
Ideal máximo en aquella nación
Ideal inalcanzable para la mayoría

El mayor premio es la renuncia
Renuncia a cualquier deseo de control,
 de control sobre sus vidas,
sobre lo que ocurre con sus vidas,
con las circunstancias en su entorno,
con las personas que inciden en él.

Lo hacen sin ningún objetivo premeditado
Sólo se dejan llevar, y encuentran la paz
La paz en la lejanía
La paz de la lejanía

Sin desearlo desarrollan un sentido moral
admirado por sus connacionales
Sin desearlo desarrollan una filosofía de vida
La filosofía del desinterés,
de la lejanía metódica, estudiada
La cual propagan sin poder evitarlo,
sin querer evitarlo.

Sirven de ayuda, de consuelo, de apoyo.
La gente acude en busca de consejo,
de una visión clara, sin sesgo, lejana,
que no tenga vínculos ni nexos.
La gente acude a exponer sus conflictos
y buscar quien medie.

Gente de todos los estratos sociales
de todos los oficios y profesiones
en representación de diversas instituciones,
públicas o privadas.

Gente que, sin saberlo, ceden poder
Dan el prestigio y la autoridad moral,
que mantienen unidad a la sociedad,
que fijam principios y crean jurisprudencia.

De lugares como ese, lejanos, apartados, austeros,
han surgido los más icónicos jurisconsultos de la nación.

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A14-Indiferentes m04 Sistema judicial Viaje

Principios fundamentales

[Escrito mínimo (487p.) de la Parte V de El viaje]
-De cómo funciona y se actualiza la justicia entre indiferentes.-

Sería el mayor juicio de los últimos tiempos.
Una rebelión militar debía ser castigada con severidad, aunque haya sido incruenta e infructuosa.

En esa nación la justicia está a cargo de jurisconsultos.
El tribunal supremo está compuesto por siete miembros y sus sentencias son dictadas por unanimidad, de no ser así se realiza una consulta nacional: La justicia se debe basar en la moral pública, dicen los letrados, Se debe basar en el pensar y sentir sosegado de la sociedad, de una gran mayoría de la población.
Para que una sentencia consultada sea definitiva ha de tener el respaldo de más de dos tercios de los ciudadanos en edad de votar.

Allí hay muy pocas leyes, todo queda a la interpretación de las costumbres y de los principios dictaminados por la sociedad. Por demás, cada quien se encarga de sus asuntos, a cada quien sólo le importa su círculo de seres queridos. No les importa la justicia social.
Es una obligación defender a la familia, ella está por sobre todo, incluso por sobre la patria. Cada ciudadano tiene derecho a la autodefensa y hay libre porte de armas (tal vez por todo ello las rebeliones militares no se atreven a mucho).

Quien llamó la atención sobre el juicio fue la presidenta de la nación (de quien dicen que armó todo el escenario con motivaciones políticas). Ella, desde el primer momento, actuó como si una consulta popular fuera inevitable.
Según ella no había precedentes suficientes como para que el tribunal pudiese juzgar el asunto. No había jurisprudencia específica para el caso, haciéndose necesario crear nuevas bases, crear un «principio fundamental» que, en este caso, definiría aún más las competencias de la presidencia en asuntos militares.
La presidencia es el ente público más autónomo pues debe actuar en casos de emergencia, justo en situaciones en que no es posible esperar por los consultores. Sus actuaciones son evaluadas a posteriori por dichos políticos de carrera o juzgadas por los tribunales a cualquier nivel.

La presidenta esperaba poder influir en las decisiones del tribunal y en su estructura misma a futuro, dándoles más poder a sus aliados por medio de la opinión pública.
Los jurisconsultos también son evaluados en consultas populares cuando las sentencias no son unánimes o cuando son apeladas en un tribunal superior.
De dichas evaluaciones depende la legitimidad de cada cual, depende quiénes deberán salir de sus asientos en cada periodo, quiénes ascienden desde el nivel distrital al municipal, al provincial hasta el nacional, y define su poder relativo en las decisiones internas de cada tribunal.

El plan de la presidenta fue una obra maestra -me dijo un amigo político-: El plan, como una avalancha, fue arrastrándolo todo, fue eliminando a varios de sus rivales políticos en la presidencia y terminaría dándole mayor influencia en el tribunal supremo.
Lo dijo en un tono no de administración por la obra ajena sino de orgullo por un logro propio.

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A01-Déspotas m17 Individualismo y micropoder Viaje

Coligaduras temporales

[Microrrelato (389p.) de la Parte V de El viaje]
-De cómo viven y se gobiernan unos déspotas errantes-

No me di cuenta cuando llegué a la capital.
Creí que nos habíamos detenido en las afueras: Tal vez la ciudad está siendo asediada, fue lo que pensé. Pero no, en lugar de eso estaba en el centro de poder de la nación.

Allí no hay ciudades, sólo hay pueblos que a todas luces son temporales. Nadie planea quedarse en un lugar por más de unas pocas semanas; he llegado a pensar que tienen la creencia que ver las caras a la misma gente durante mucho tiempo es lo que genera conflictos, es lo que causa irritación y caldea los ánimos. Nunca llegué a concretar esa noción, tal vez ni siquiera ellos la tienen presente.
La capital de la nación no es un lugar establecido. La persona que asume el poder decide, casi siempre al azar, dónde será su centro de mando y todos los interesados le siguen. La anterior capital pasa a ser un pueblo fantasma que eventualmente revivirá.
Con todo y eso tiene una población grande, según mis averiguaciones, pero ello no se ve ni en pueblos ni en haciendas, se ve en los caminos.

El gobierno central es débil, nadie quiere asumir el control general: no encuentran emoción ni beneficios en ello. Su único rol permanente es prever invasiones extranjeras.
Sólo cuando es necesario reclutar un gran ejército para alcanzar un objetivo mayor (un trabajo importante) se asocian y toman las riendas del territorio. Pero siempre es temporal.
La asociación suele jerarquizarse al azar entre no más de una docena de personas que se hayan ganado el puesto, que sean temidas por los demás, pero al repartir asignaciones no valen ni méritos ni simpatías: se deja todo al simple azar, tal vez así evitan disputas vanas.

Tuve muy pocos contactos con quienes estaban al mando, cada quien estaba encargándose de sus asuntos. Fue lo mejor pues cuando llegué a quedar en el camino de alguno no fue un encuentro amigable, incluso temí por mi vida.
Si en esa nación no atacan a los extranjeros no es por miedo a represalias de sus naciones de origen o por cumplir algún tratado internacional, es por simple desinterés, tal vez por esperar a que surja algo de provecho que “se pueda hacer” con la visita. Todo depende del azar.
Por supuesto me fui de allí en cuanto pude.  

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A08-Parleros m13 Ajuste de representis Viaje

Con una visión estratégica

[Escrito mínimo (457p.) de la Parte V de El viaje]
-De cómo una familia promovió el nacimiento de una instancia directiva-

El directorio es el ente político más importante de esta nación de parleros.

Mi anfitrión, aún aprendiz de político, me invitó a que le acompañara a la sede de dicho organismo.
Me explicó que allí se toman las decisiones estratégicas de la nación, que allí se decide cuáles leyes y decretos (de las instancias con competencia) son aplicables en el territorio y me confesó que mantener una influencia constante y cuantiosa allí es el centro de las maquinaciones de su familia, una de las más poderosas de la nación.

En teoría el poder del directorio es pasivo, pues sólo puede vetar decisiones de otros entes, pero en la práctica es fácil forzar decisiones por medio del mismo, según me explicó.
Por demás es difícil, sino imposible, alcanzar la hegemonía en el directorio: Está compuesto por 23 miembros elegidos por consenso en el tiempo de entre los parlamentarios con un periodo o más en ejercicio.
Cada año hay votaciones cruzadas, los electores de cada cabildo votan por algún parlamentario que represente un cabildo de otra circunscripción y que no hubiese estado entre los más apoyados en los últimos tres años.
Alcanzándose así la mayor representatividad posible.

Mi anfitrión, por su cargo de elector, no tenía nada que buscar en la sede del directorio, sólo tenía acceso por ser parte de una familia tan renombrada como la suya.
Mientras caminábamos por el palacio directivo me contaba con orgullo casi infantil la leyenda negra de sus antepasados. Cómo fue su ascenso, cómo se aprovecharon de la tensión política en la época de «las reclamaciones» para hacer que se acumulara cada vez más poder en la directiva del parlamento nacional, el cual dominaron por varias décadas.
Algo, según él, necesario y ventajoso al permitir negociaciones más fluidas llevadas por un liderazgo más asertivo.

La denominación «Directorio» surgió en aquella época, cuando le dieron identidad propia a la directiva del parlamento en un intento por implementar una dictadura parlamentaria que sólo fracasó por culpa del azar, según la historia familiar.
El organismo inicial estaba constituido sólo por siete miembros (todos cercanos a su familia) y cuyos asientos se renovarían por mayoría simple en el seno del propio parlamento.
Algunos cabildos apoyaron la medida en general pero muchos más sólo apoyaron a directivos específicos esperando que, con el tiempo, surgiera un consenso en torno a los mismos.

La formalización de otra pequeña nación, en el seno de la federación de parleros, tranquilizó a los más alarmistas y dejó sin excusas a los populistas.
Con el pasar de los años ganaron poder los sectores moderados, quienes mejoraron los métodos de elección y aumentaron el número de directores, diluyéndose el poder de la familia de mi anfitrión, quien terminó su parloteo lleno de amargura.

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A08-Parleros m11 Periodos de gobierno Viaje

En la mayor franja fronteriza

[Escrito mínimo (467p.) de la Parte V de El viaje]
-De una dinastía política nacida en un territorio en disputa-

Al llegar me vi en medio de una polémica relacionada a una de las familias más poderosas de esa nación de parleros.
Una familia que estaba en el centro de la vida política local y cuya influencia llegaba a las dos naciones vecinas, con múltiples funcionarios públicos.

Mi anfitrión, un cincuentón bonachón que entró tarde en los asuntos familiares por dedicarse al arte, me explicó que tal influencia es aceptable, e incluso admirable, debido a la tradición que se refleja en tratados firmados y en la legislación vigente.
Resulta que los nacidos allí tienen la ciudadanía en las dos naciones fronterizas que le rodean, tienen plenos derechos políticos ya que el territorio es considerado, por cada cual, como una provincia más.
Es como una amplia franja fronteriza con leyes propias y gobierno autónomo.

Me contó que el cargo que ostenta, de elector, surgió por el derecho ciudadano de participar en la elección de diversos funcionarios públicos, que en este caso son muchos, a saber:
La elección de representantes a los parlamentos nacionales de las dos naciones vecinas, y a su propio parlamento, al menos una vez cada cinco años. La elección de autoridades ejecutivas locales y nacionales de su vecino más grande, con votaciones anuales para alcanzar un consenso en el tiempo. Y además, como si fuera poco, eligen un ente directivo superior capaz de armonizar la vida pública (del cual hablaré en otro momento).
Todo ello susceptible a adelantos repentinos, a redistribución de votos o a revocatorias, con lo que son demasiadas elecciones para el gusto de los parleros.

Aquí no somos tan afines a votar por políticos, me dijo más de una vez mi simpático anfitrión: Aquí preferimos parlamentar en cabildo y decidir.
Por eso se limitan a votar sólo por un elector que traslade sus palabras, pensamientos e intuiciones en la elección de los demás cargos populares. Palabras, pensares y sentires que se recogen en asambleas semanales que tratan desde los asuntos cotidianos hasta aquellos de Estado y que acaban con una votación, la única votación electoralista que hacen.

Los electores siempre están en la cuerda floja. Las repercusiones de cualquier desliz son inmediatas, en dos o tres semanas pueden perder su estatus y prerrogativas.
De ahí la angustia casi palpable de mi anfitrión en nuestro encuentro, le costaba mantener el balance entre satisfacer a sus votantes y colaborar con su familia, parecía requerir alguien que le animara a tomar «la decisión correcta».

Tuvimos una conversación bastante informal. casi baladí. Al menos eso creí yo hasta que me enteré de unas reveladoras declaraciones que dio a los medios sobre sus dilemas, pasando desde un análisis político a sus asuntos familiares, algo totalmente innecesario e inesperado, algo incongruente con su personalidad.

Era de esperarse que su familia me culpara a mí de tal cambio de conducta.

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A13-Votantes m09 Impuestos y dinero Viaje

Votaciones plutocráticas

[Escrito mínimo (427p.) de la Parte IV de El viaje]
-De un sistema tributario adaptable a la visión de cada ciudadano-

Asistí a la mayor reunión anual de magnates votantes.
No se reunían para discutir ni debatir nada en particular. El encuentro se daba más por casualidad, se daba de forma tangencial, pues los mayores contribuyentes estaban llamados a participar en la jornada final de las votaciones plutocráticas.

En esa nación los ciudadanos tienen derecho de votar para decidir dónde será invertida la mayor parte de su contribución con el fisco; pueden elegir entre proyectos, instituciones y planes específicos. Mientras mayor sea la contribución de un ciudadano, más tributos (o unidades base) tendrá a su disposición y más podrá influir en el gasto público.
Antes de llegar creí que vería discusiones intensas sobre cuáles proyectos eran los idóneos o sobre qué se debería cambiar de un programa específico. Creí que la reunión era para eso, para afinar propuestas y hacer alianzas. Pero no, toda la jornada no fue más que un reencuentro de viejos y nuevos amigos lleno de anécdotas personales, amigos que coincidían en el centro de votación y pasaban el rato allí hasta saber los resultados.

Intente crear algo de controversia pero fue en vano. Sólo había revuelo cuando alguno de los afectados preguntaba y se quejaba por el costo de agrupación, el cual era el más elevado de los últimos años.
Para disminuir la influencia individual en proyectos o sectores específicos se utiliza un sistema de voto agrupado con costo exponencial variable: Mientras más tributos un individuo desee que se inviertan en un único fin (es decir, mientras más desee agrupar sus votos tributarios) más aumentará el costo total, más tributos tendrá que destinar a ello en una proporción exponencial.
Por ejemplo, si el costo de agrupación (o exponente) es dos, para poder dar tres votos a un proyecto se necesitaría gastar nueve tributos (3²=9).
Luego la recaudación total se distribuye según el número de votos obtenido por cada tópico.

El susodicho exponente se va ajustando en cada jornada según como voten los ciudadanos empezando con los contribuyentes base, que pagan el mínimo (tres tributos) y no asumen costos por agrupación, pasando por múltiples jornadas de cada vez mayor nivel y terminando aquí, en un lujoso salón que funge como centro de votación de las personas más acaudaladas de la nación (con cientos de tributos para distribuir cada cual).

Es un proceso cíclico, el costo de agrupación se va adecuando con el pasar de los años según las necesidades de capital o de justicia social, según el deseo de las mayorías de darle más o menos libertad a los magnates en el uso de sus propios tributos.

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A13-Votantes m08 Sistema federal Viaje

Dirigiendo la integración

[Escrito mínimo (471p.) de la Parte IV de El viaje]
-De cómo los votantes eligieron a los primeros directorios-

La nación se formó gracias a un directorio.
En la antigüedad, al aumentar el comercio entre los asentamientos, creció el deseo popular por una alianza desde las bases, haciéndose necesario que líderes de las comunidades se reunieran y lograran acuerdos de amplio apoyo, que lograran grandes consensos.

Algunos políticos empezaron a promover más que una alianza, una federación. Empezaron a tener encuentros esporádicos para fijar posturas comunes.
Al poco tiempo, como era de esperarse, hubo votaciones para elegir negociadores en muchos asentamientos. En cada cual se hizo de forma distinta, tanto en tipo de campaña y requisitos para ser candidato, como en el número de líderes a elegir y el tiempo que ejercerían sus funciones.
Eventualmente todas las comunidades eligieron delegación y la mayoría se llegaron a reunir en asamblea pero no lograron acuerdos, mucho menos consensos.

Al ver los pocos frutos que daba aquel proceso, algunos gobernantes convocaron unas nuevas consultas, pero no para elegir otros negociadores sino para indicar con quiénes se debía tratar.
Así surgieron las «votaciones cruzadas» donde los ciudadanos podían dar su voto a un solo líder de cada una de las otras delegaciones, dejar en blanco el espacio de una comunidad significaba que no se debía negociar con ella. Al menos así funcionó en la mayoría de los casos: Cada gobernante lo hizo a su manera, con total autonomía, pues en esa época no había un ente superior que los dirigiera a todos.

Sólo once delegados obtuvieron un resultado sobresaliente en todos los asentamientos.
Entre ellos acordaron promover la instalación de un congreso con todos los representantes ya electos, del que serían directores, para que votara los estatutos de un nuevo ente, para que definiera sus potestades y atribuciones, además de buscar nuevos acuerdos.
Al directorio de esa asamblea, electo en las susodichas votaciones cruzadas, se le concedió el poder de convocar y organizar consultas populares en todas las comunidades, en toda la federación. También se acordó que cada cinco años habría elecciones parciales del nuevo ente y que se crearía una asamblea de propuestas legislativas, que serviría como cámara baja capaz sólo de redactar leyes nacionales para que fueran aprobadas por el directorio.

Así, cinco años después, se reemplazaron a los siete directores que obtuvieron menor respaldo base (menor votación en una entidad cualquiera). En las sucesivas votaciones se remplazaría a tres más cada vez, por orden de antigüedad en primer término y de respaldo en segundo.
En cada ocasión se elegían de entre los diputados de la asamblea nacional y también se votaba para redistribuir el respaldo de los directores que permanecían en sus cargos.

Las primeras rondas de votaciones directivas se realizaron de forma desordenada.
Los gobernantes de cada asentamiento mantenían el control territorial y sólo realizaban las votaciones ante la presión popular o por conveniencia geopolítica, no por mandato del directorio.

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A01-Déspotas m16 Azar y probabilidades Viaje

Mercenarios con sorteos

[Microrrelato (361p.) de la Parte V de El viaje]
-De cómo toman las decisiones importantes unos déspotas muy particulares-

Lo que primero viene a mi mente al pensar en esta nación es cuando me eligieron como garante de la buena salud de unos secuestrados.
Recuerdo con claridad que la elección fue al azar entre varios diplomáticos extranjeros, recuerdo cómo los encargados lanzaron a suerte tal decisión sin preocupación alguna.
La base de todas sus estrategias es ser impredecibles.

Hasta ese entonces no habíamos tenido contacto con ninguna autoridad local, se hizo obvio que entre ellos gobernar no tiene ningún atractivo.
Es una nación errante, por siglos fueron nómadas, lo único que los asentó fue la formación de múltiples naciones alrededor. Quedaron confinados a un territorio áspero, improductivo, pero no por eso dejaron de ser errantes: Si bien ya no lo son en masa, como pueblo, lo siguen siendo como individuos. Desde jóvenes salen de sus casas de crianza para no volver, salen a (intentar) imponer sus leyes personales a donde van.

Casi todos son mercenarios.
Para protegerse entre sí y afrontar grandes trabajos suelen hacer pactos de honor pero no hay acuerdos sofisticados ni condiciones ni distribución de labores. Sólo pactan vengarse de quien traicione al grupo.
Los trabajos pequeños, que no requieren de todos al unísono, se los suelen repartir al azar entre los interesados y las recompensas a partes iguales. Son mercenarios más por tener desafíos variados que por el dinero y la única falla que son capaces de ver en uno de sus pares es la deslealtad. Algunas misiones son suicidas pero eso es lo de menos, entre ellos no aprecian la vida ajena ni la propia.
Incluso se suelen retar a duelo con armas maltrechas escogidas al azar, dependiendo así la victoria más de la suerte que de la habilidad.

Siempre están en guerra con las naciones vecinas. Realizan saqueos escogidos al azar pero planeados con esmero, no sólo para obtener la mayor cantidad de bienes posibles sino, sobre todo, para hacer la mayor demostración de fuerza, para realizar alguna proeza que trascienda.
El gobierno central es una necesidad molesta por eso también dejan su designación al azar. Nadie desea gastar energía en luchar en su propio territorio, un territorio que saben improductivo.